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Resumen y conclusiones

La sorpresa electoral del domingo es un tsunami político que abre más preguntas de las que podemos responder. Mas allá del debate que pueda surgir respecto de la orientación de su política económica, su consistencia interna o su capacidad personal para llevarla adelante en el mediano plazo, lo real es que la reacción inicial de mercado fue mala, lo que equivale a decir que no despertó la confianza de mercado que es insumo básico para avanzar en esa dirección.

Las consecuencias inmediatas del resultado electoral y la devaluación del gobierno sin ninguna medida que la acompañe es una aceleración inflacionaria que hoy se despliega sin ningún ancla visible que permita acotarla.

Intentar mirar mucho más allá del corto plazo en una situación de confusión como la de hoy no hace sentido, porque todos los escenarios están abiertos. Aun en el caso de que Milei finalmente termine ganando las elecciones -algo que hoy luce mucho más posible pero que perfectamente puede cambiar- es claro que lo que hoy conocemos del proyecto de Milei todavía está sujeto a varias iteraciones.

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