Trade idea: cerramos recomendación de compra de BDC24/28 y abrimos CER cortos

15 marzo, 2021

Decidimos cerrar la recomendación de compra de BDC24 y BDC28 que abrimos el pasado 7-ene-21 con un retorno directo de +16,4% (+182% anualizado, TEA) y +12,1% (+86,0%, ver tabla debajo). Medidos en USD, los retornos fueron similares, ya que el tipo de cambio libre prácticamente no varió desde la fecha. Asimismo, abrimos recomendación de compra de TX21, que actualmente está rindiendo -4,0%.

La decisión de cerrar la recomendación de los Badlar medios de CABA responde más que nada a una compresión fuerte en los spreads. El spread del BDC24 pasó de 1520 a 720 pbs desde que abrimos la recomendación hasta la fecha; por su parte, el BDC28 pasó de 1460 a 860 pbs, compresiones de entre 790 y 600 pbs, respectivamente. Si miramos el spread relativo a los bonos CER con vencimientos comparables, podemos ver que le BDC24 comprimió 630 pbs respecto del TX24, mientras que el BDC28 comprimió 575 pbs respecto del DICP. En ambos casos, los spreads ya se encuentran en niveles bastante bajos: el spread BDC24-TX24 está en 290 pbs vs. 400 pbs el promedio desde el 10-abr-20; mientras que el BDC28-DICP está en solo 50 pbs vs. 370 pbs el promedio (ver gráficos 1 y 2 en página 2).

El cierre de la recomendación también se debe, en menor medida, a una menor convicción respecto de la posibilidad de una suba de tasas de interés antes de las elecciones. Con el BCRA comprando dólares en el MULC al mayor ritmo desde que asumió la nueva administración, el período estacional de la cosecha acercándose y una intervención muy activa para mantener controlada la brecha, la necesidad de una suba de tasas parece menor. El principal riesgo es la inercia inflacionaria, que parece ser mucho mayor a la esperada. De todos modos, la desaceleración del crawling-peg parece ser la herramienta preferida del Gobierno para luchar contra dicho riesgo.

La apertura de la recomendación de compra en los CER cortos (TX21) responde a valuaciones algo más atractivas que a fines de febrero (gráfico 4, pág 3), que se conjugan con una expectativa de desinflación mucho más lenta en el corto plazo (gráficos 5 y 6, pág 3). Además, la menor duración del TX21 (0,4 vs. 1,7 y 2,4) lo vuelven un instrumento más atractivo ante un escenario negativo, justo cuando vemos que los riesgos se han estado incrementando en la última semana.

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